21 de Octubre de 2020 | por: María Ximena Espinosa | 6470 visitas
Si bien después de febrero de 2010 la provincia de Curicó nunca
volvería a ser la misma, no hay terremoto que pueda echar abajo su historia y
su gente. Desde incluso antes de su fundación en 1743, Curicó y sus calles ha
sido testigos de la evolución de nuestro país a través de los años.
1. Teatro Victoria
La idea del Teatro Victoria de Curicó nació del grupo teatral
conformado por Camilo Giaconi, lván Pesse y Rodolfo Ravanal. El edificio fue
diseñado por sus propios dueños, junto al ingeniero Justo Pastor Hevia. A
diferencia de la mayoría de los teatros de la época, este fue pensado principalmente
como un cine, aunque de todas maneras siguió la tendencia de acoger funciones
teatrales. Tenía espacios calefaccionados, un salón de té en el subterráneo y
un vitral en la fachada diseñado por el pintor y escultor nacional Fernando
Thauby.
La inauguración del Teatro Victoria estaba prevista para el 1 de
diciembre de 1928, pero la ceremonia fue suspendida por el Terremoto de Talca
que tuvo lugar ese mismo día. Así fue como exactamente un mes después, el
edificio ubicado en la calle Yungay abrió sus puertas. La función inaugural del
Victoria tuvo en matiné el corto italiano “La silla del diablo” (1912);
mientras que en especial y noche fue el turno de “El hombre sin brazos” (1927),
del director estadounidense Tod Browning.
Todo iba bien hasta los años 70, cuando con la masificación de la
televisión y la crisis económica de la década, el negocio fue decayendo
paulatinamente, hasta su cierre definitivo en 1994. Años más tarde, la
municipalidad arrendó el edificio con la intención de recuperar el espacio para
oficinas de turismo y actividades culturales. Con el terremoto de febrero de
2010 el edificio volvió a cerrarse en forma definitiva hasta la fecha y fue
nombrado Monumento Histórico en 2015.Si bien después de febrero de 2010 la provincia de Curicó nunca
volvería a ser la misma, no hay terremoto que pueda echar abajo su historia y
su gente. Desde incluso antes de su fundación en 1743, Curicó y sus calles ha
sido testigos de la evolución de nuestro país a través de los años.
2. Club de la Unión
El antiguo edificio del Club de La Unión estaba ubicado en la
calle Merced frente a la Plaza de Armas y, aunque no se conoce el año exacto de
su construcción, se dice que se remontaba incluso a una fecha anterior a la
formación de la misma plaza. Nació como una residencia familiar de la familia
Mozó Molina. Más tarde pasaría a Mercedes Labbé, para luego ser remodelado por
Rodolfo Espinosa Fuenzalida, quien contrató al arquitecto italiano Arquímedes
Sala Rossi para traer el estilo neoclásico al edificio.
Entre 1884 y 1888 se fusionan los dos clubes sociales que había en
Curicó, dando forma al Club de la Unión. Los que hayan tenido la suerte de
entrar recordarán su gran hall central, varios salones de almuerzo y té, e
incluso la cancha de palitroques que funcionó hasta principios de los años
2000.
3. Banco de Curicó
El 14 de febrero de 1882 se fundó el Banco de Curicó, una
institución bancaria con sede la Plaza de Armas de Curicó. Además de las
actividades bancarias, contó con billetes de diseño propio fabricados en Nueva
York.
En 1959 se fusionó con el Banco de Crédito e Inversiones (BCI).
Esta fusión pondría término al Banco de Curicó, quedando las dependencias de
calle Carmen con Merced en propiedad del nuevo dueño. Desde entonces hasta el
terremoto de 2010 siguió funcionando como una sucursal del BCI.
4. Plaza de Armas de Curicó
La ciudad de Curicó fue fundada por el gobernador José Antonio Manso de
Velasco en 1743, como respuesta a la solicitud de quienes ya habitaban la zona,
gran parte de los cuales pertenecían a órdenes religiosas. La Plaza de Armas se
fundó con la ciudad y en torno a ella se fueron ubicando edificios
administrativos, comerciales y residenciales. Entre la segunda mitad del siglo
XIX y la primera del siglo XX, se fueron incorporando distintos elementos
decorativos a la plaza. Su diseño paisajístico llama la atención de los
visitantes con 60 palmeras de las Islas Canarias que enmarcan su perímetro,
además de otras especies exóticas.
Entre sus ornamentos, se encuentra una pila central importada desde
Francia en 1865. Además, destaca un quiosco cívico de dos pisos de fierro
fundido al estilo Nueva Orleans fabricado en Santiago en 1905, que era usado de
escenario por distintos conjuntos musicales; y un conjunto de esculturas de
mármol elaboradas por destacados artistas nacionales como Virginio Arias y
Simón González.
La plaza de Curicó fue y sigue siendo uno de los principales atractivos
de la ciudad, tanto para turistas como para los mismos curicanos, que pasaban
tardes dando de comer a las palomas, paseando en victoria o llevando a los
niños a conocer el famoso fotógrafo de la plaza y su antiguo caballito.
La Plaza de Armas de Curicó con todos los edificios que la rodean, fue
declarada Zona Típica en 1986 por “constituir un espacio de extraordinaria
belleza que justifica su preservación”.
5. Iglesia San Francisco
El
año 1731, doce años antes de la fundación de Curicó, monjes franciscanos levantaron
un templo en la zona. La iglesia original fue destruida por un terremoto, por
lo que los monjes decidieron trasladarla a las inmediaciones del convento,
ubicado en el centro de la ciudad recién fundada. La actual Iglesia San
Francisco de Curicó fue construida entre 1880 y 1899 e inaugurada en 1904. De
estilo neogótico, destacamos la presencia de la Virgen de la Velilla traída
desde España en 1734 y los restos del prócer de la Independencia Francisco
Villota.
Con
los años, el edificio original se fue deteriorando progresivamente,
principalmente por los terremotos de 1906, 1928 y 1985. Fue declarado Monumento
Histórico en 1986 y en 1987 el templo fue abandonado por la Orden Franciscana y
pasó a manos de la Iglesia Católica. Se mantuvo en uso hasta 2010, cuando un
nuevo terremoto derrumbó su fachada y la torre. Desde entonces se espera su
reconstrucción, aunque el pasado año 2019 los restos de la iglesia fueron
consumidos por un incendio que trajo aún más incertidumbre sobre este proceso.
6. Procesión a la Virgen
del Carmen
La procesión a la Virgen del Carmen sigue siendo una tradición en
Curicó. Cada octubre, en el centro de la ciudad se reúnen peatones y huasos a
caballo a modo de peregrinación y homenaje, recorriendo las calles con la figura
de la Patrona de Chile.
La devoción
a la Virgen del Carmen llegó a Chile por 1680, con los misioneros agustinos. La
primera cofradía del Carmen se fundó en Concepción en 1643, pero el auge de devoción
se dio en el tiempo de la Independencia. El 16 de julio de 1810, festividad del
Carmen, renunció el último Gobernador español, Antonio García Carrasco y en
1817 se realizó la solemne presentación de la Virgen del Carmen como Patrona
del Ejercito de los Andes. En la víspera de la batalla de Chacabuco, Bernardo
O´Higgins proclamó a Nuestra Señora del Carmen como Patrona y generalísima de
las Armas de Chile.
7. Diario La Prensa
El diario La Prensa fue fundado inicialmente en 1886 siendo su
gerente Domingo González, aunque su etapa actual se considera desde 1898, de la
mano de los hermanos Froilán y Manuel Morán Aliaga. Esta publicación aparecía
tres veces por semana. Luego pasó a tener una edición diaria en 1899 y en 1908 comienza
su impresión en imprenta movida por motor eléctrico.
Su casa matriz en la Plaza de Armas se derrumbó por el terremoto
de 2010 y el diario no circuló
durante cinco días, reiniciando sus publicaciones el 4 de marzo con una edición que presentaba en
su portada la destrucción que había sufrido su edificio. Actualmente el
periódico sigue circulando en la Región del Maule y su editor es Manuel Massa.
8. Carrera de autos en
Curicó
Carreras de autos entrando a Curicó y pasando por la Copec que
todavía se encuentra en el mismo lugar, la Av. Arturo Alessandri. Estas fueron
las primeras carreras de autos que derivaron en el famoso Circuito del Cerro
Condell.
En septiembre de 1954, el piloto Lorenzo Varoli hijo ganó el
Circuito Cerro Condell, Gran Premio Viña Casablanca. Esta competencia fue
organizada por el Club Unión Ciclista y controlada por el Automóvil Club de
Chile. En noviembre del año 1960 la carrera fue
organizada por el Deportivo Alianza de Curicó, con el patrocinio del Automóvil
Club de Chile.
9. La zapatería El Negro
La zapatería “El Negro” es un negocio
local que abrió sus puertas en 1897, pero su dueño Andrés Poch no decidía su
nombre aún. Era una reparadora que confeccionaba calzados a medida y se dice
que fue visitada por un hombre alto y tez oscura, quien buscaba unos zapatos a
medida. Se le confeccionó el calzado y como el cliente estaba tan agradecido de
su nueva adquisición, Poch decidió ponerle el nombre de Zapatería El Negro.
En 1950 el local fue comprado por Fidel Moreira,
hijo ilustre de Curicó, y hoy son sus hijos y su personal quienes mantienen
vivo el negocio.
10. Las Palomitas de Curicó
en la estación de trenes
En 1866 llegó el primer tren a Curicó y pronto la estación
de ferrocarriles se convirtió en la estación terminal del sur de Chile. Su
costo total incluido el equipamiento fue de más de 6 millones de pesos de la
época.
Cuatro años más tarde, en 1870 nació Tortas Montero, el
principal negocio de Tortas Curicanas del país. Así fue como nacieron las
“palomitas de la estación”: mujeres que vestían un delantal blanco y una
canasta de mimbre, vendiendo a los viajeros que transitaban por la estación de
trenes los hoy famosos pasteles.