30 de Agosto de 2022 | por: Maria del Pilar Lira | 1033 visitas
Conmemoración de la destacada proeza
realizada por el teniente 2º de la armada chilena, Luis Alberto Pardo Villalón
a bordo de la embarcación Yelcho el
30 de Agosto de 1916, quién dirigió el rescate de los 22 náufragos de la
reconocida expedición transantártica del irlandés Sir Ernest Shackleton.
Fotografía del Piloto Luis
A. Pardo y E. Shackleton.
Antártica: preocupación de 5 continentes. Disponible
en Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile
La lamentable historia que comienza
con el intento de conquistar el logro del cruce transantártico abanderados
con el emblema británico en diciembre de 1914, arremete en su desenlace con el
aprisionamiento en el hielo de su moderna embarcación Endurance, que posteriormente se ve destruida por la presión del
mar congelado obligándolos a abandonar el plan inicial de su travesía. Tras
sobrevivir 6 meses en el hielo, y obligados a dejar casi todo el equipo atrás
excepto un par de botes y víveres, emprenden rumbo a Isla Elefante para escapar
a toda costa del inminente y mortal invierno que se avecinaba.
Náufragos en Isla
Elefante. Frank Hurley, 1914-1917.
State Library New South Wales.
“Endurance” destruido
entre los aplastantes hielos.
Frank Hurley, 1914-1917.
State Library New South
Wales.
Mapa e infografía de la
expedición transantártica de E. Shackleton y el rescate del Piloto Pardo.
Diario La Tercera.
Si bien el escenario de pisar tierra firme en Isla
Elefante a principios de abril de 1916 parecía algo esperanzador, todavía se
enfrentaban a la realidad de un desconocido y solitario paraje con inhóspitas
condiciones climáticas y nulas posibilidades de ser rescatados inmediatamente.
Razón principal por la cual Shackleton y otros 5 tripulantes emprenden la
difícil navegación de 800 millas náuticas a Islas Georgia del Sur en busca de
ayuda a bordo de uno de los pequeños botes de 6,5 mt de eslora.
Arribados en Stromness, tras tortuosos 22 días de
navegación, sin dormir para no morir congelados y con la presión de la llegada
del invierno antártico que congelaría las aguas e imposibilitaría el trayecto, se
enfocaron todos los recursos en buscar una embarcación apropiada
para la expedición de rescate de los demás.
El primero de los fallidos
intentos se realizó con la embarcación ballenera Southern Sky, la cuál alcanzó a estar a 70 millas náuticas de su objetivo.
Posteriomente, el intento de Instituto de
Pesca Nº1 del gobierno uruguayo, logrando la distancia mínima de 30 millas náuticas y el tercer intento en la goleta Emma,
la cual soportó un exigente temporal que dejó la embarcación en pésimas
condiciones y las ilusiones de todos en la borda.
Fotografía Isla Elefante.
Frank Hurley, 1914-1917. State
Library New South Wales.
No es hasta agosto de
1916 que se atisba algo de esperanza con el permiso del gobierno chileno para emprender
la travesía en la escampavía Yelcho
al mando del comandante piloto 2º Luis A. Pardo Villalón y su tripulación, en
gran parte voluntaria. Con el ingenio del comandante, y al contrario de los intentos anteriores,
Pardo propone la entrada a la isla con niebla, lo que era peligroso, pero
aseguraba una mejor temperatura y disminuía las posibilidades de lo que había
hecho fracasar algunos de los rescates anteriores con las grandes barreras de
hielo.
Un 30 de Agosto, y en menos de dos
horas con una impecable coordinación, todos los náufragos fueron rescatados para
emprender vuelta a toda prisa a Punta Arenas, dónde fueron recibidos como
grandes héroes liderados por el experimentado y heroico chileno nacido en
Santiago.
“Al
acercarnos al punto indicado se oían las manifestaciones de regocijo y los
vítores de estos náufragos que ofrecían a sus salvadores. Se mando chalupa a
tierra a las órdenes de Sir Shackleton, el que fue recibido por ellos con
grandes aclamaciones de júbilo. Regresando el primer bote que traía la mitad
de la gente y algunos bultos, aclamaron a Chile y a su Gobierno.” A las 2:25 p.m. se
tenía toda la gente a bordo e izado el bote, dándose a esta hora rumbo al
norte.“
(Luis A. Pardo en el Parte de Viaje, Informe nº 23 de la travesía de
rescate)
Fotografía del Piloto Luis A.
Pardo
Fuente desconocida.
“Rescatados después de meses
varados en Isla Elefante por la embarcación chilena Yelcho”. Frank Hurley, 1914-1917.
State Library New South
Wales.
Reportaje Piloto Pardo y
premio británico.
Antártica: preocupación de 5
continentes. Disponible en Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile.
A partir de los antecedentes recopilados y de la investigación de este
histórico personaje, es innegable el retrato de Pardo como un hombre de
carácter firme en el cumplimiento de su deber y una acentuada responsabilidad y
amor por sus seres queridos, tal como lo retrata en un carta escrita a su padre
antes de zarpar en la labor de rescate:
“La tarea es grande, pero nada me amedra, soy chileno. Dos
consideraciones me hacen hacer frente a estos peligros: salvar a los
exploradores y dar gloria a Chile. Estaré feliz si pudiese lograr lo que otros
no. Si fallo y muero, usted tendrá que cuidar de mi Laura y a mis hijos,
quienes quedarán sin sostén ninguno a no ser por el suyo. Si tengo éxito
habré cumplido con mi deber humanitario como marino y como chileno. Cuando
usted lea esta carta, su hijo estará muerto o habrá llegado a Punta Arenas con
los náufragos. No retornaré sólo”.
Fueron muchísimos los galardones, medallas y premios
merecidos tras su labor cumplida, incluso algunos millonarios regalos por parte
del gobierno británico que fueron rechazados por el protagonista y su temple
sencillo con el pretexto de que él simplemente cumplía con su deber. Luego de tres años más de servicios en la
Armada, Pardo se acogió a retiro en 1919, siendo nombrado
también por el gobierno chileno como cónsul en la ciudad de Liverpool,
Inglaterra por unos años. Lamentablemente, muere a los 52 años a causa de una
bronconeumonía el 21 de Febrero de 1935 en su cuidad natal, en dónde sus restos
descansan junto a su familia en el Cementerio General y sus recuerdos quedan
presentes en la memoria de miles que valoran su importante rol en la historia.
Estampilla en
conmemoración de los 50 años de la proeza del Piloto Pardo creada por el
Gobierno de Chile en 1966
Luis Pardo, su esposa
Laura e hijos. Fuente desconocida.