28 de Junio de 2017 | por: Enterreno Chile | 9169 visitas
La historia de un viajero que con cámara en mano dedicó su vida a registrar Chile desde lo más tradicional hasta los sitios más recónditos. Impresionantes relatos visuales cargados de contenido cultural e identidad. Pueblos originarios, canales australes, poblados extintos, altas cumbres etc.
Hoy en día, la fotografía forma parte de nuestra
cotidianidad en cuanto a formas de comunicarnos o en el registro de los
viajes, experiencias y sensaciones. Pero desde sus inicios, alrededor del 1840,
ha sido fundamental para constatar el patrimonio visual de los países, incluyendo
a Chile.
Dentro de los numerosos fotógrafos que trabajaron y crearon gran parte
de su carrera en nuestro largo y angosto país, sobresalen algunos como Félix
LeBlanc, Pedro Emilio Garreaud, Antonio Quintana, Roberto Montandón, Domingo
Ulloa, Enrique Mora, entre muchos otros. Pero el artículo presente lo
dedicaremos a conocer una ínfima parte del trabajo de Robert M. Gerstmann,
fotógrafo nacido probablemente en Rusia, en 1896.
El año es 1924, y Robert Gerstmann se encuentra en el buque
“La Coruña”, que zarpa del puerto de Hamburgo con rumbo a Sudamérica.
Su primer
destino sería el puerto de Santos en Brasil, pero la mala situación económica y
las revueltas populares en aquella ciudad le impidieron desembarcar. A fines de
ese año, Gerstmann ya se encontraba en el sur de Chile, con un puesto de
trabajo en la Compañía Electro-Siderúrgica e Industrial de Valdivia, que
requería sus estudios como ingeniero electro-técnico que había tenido en
Berlín.
Un año después, comienza a recorrer de manera incansable gran parte del
territorio Boliviano, para volver en 1928 a Chile y establecer así uno de los
registros fotográficos más valiosos de nuestra historia.
Esta vez, llega a Santiago y decide instalarse en calle
Colón (avenida para el día de hoy) y abrir su estudio fotográfico en el Pasaje
Matte, pleno centro.
Durante la década de los 30s, a pesar de la mala situación
económica reinante, obturó más de 10.000 fotografías que ejercieron un legado
visual impresionante hasta el día de hoy. Desde Arica hasta la Antártida, pasó
de registrar paisajes urbanos y naturales, a costumbres tradicionales y
retratos, hasta fotografías aéreas e industriales.
A continuación, una selección de sus algunas de sus mejores
fotografías.
1.
Fiesta Tradicional de La Tirana en los años 50s.
2. Vista de Tocopilla en los años 50s, durante uno
de sus viajes al norte de Chile.
3.
Refinería de Concón alrededor de 1958, hoy
conocida como la Refinería Aconcagua de Enap. En la imagen se muestran las
instalaciones poco tiempo después de su inauguración y puesta en marcha (1954).
4. Vista
de la ciudad de Ancud, Chiloé, en los años 30s. Sobresale en la ciudad la
antigua Catedral, demolida posterior al terremoto de 1960, con los graves daños
ocasionados. Era de tal rigidez, que para botar semejante construcción se debió
dinamitar.
5. Una
preciosa vista del Lago Llanquihue y el Volcán Osorno en los años 50s, durante
otra de sus travesías.
6. Iglesia de los Dominicos en 1924, llamada
originalmente Iglesia San Vicente Ferrer. Hoy, el sector cuenta con la Plaza de
los Dominicos, una estación de Metro y numerosos edificios. La iglesia sigue en
pie.
7. Plaza Sotomayor de Valparaíso en los años 50s.
La ciudad puerto también fue objeto de retrato de Gerstmann, donde dedicó su lente
a los sectores más históricos de la ciudad.
8. Alameda de Santiago en 1928. Ya se realizaban
los trabajos de demolición de casas que separaban el Palacio de La Moneda con
la Alameda (izq.). Se ve una Alameda con poco verde, debido a que a mediados de
esa década se hizo un recambio de especies a lo largo de su bandejón y veredas.
Segmentada meticulosamente para cada medio de transporte, y con amplios
espacios peatonales, algo que envidiamos al día de hoy (y aspiramos volver).
9. Alameda en la década de los 50s. El incremento en
el uso del automóvil como medio de transporte determinó a través de los años la
prioridad que se le debía dar a éste en los espacios públicos. Gerstmann, a
través de su registro, evidencia la transformación de nuestra ciudad y el
paisaje urbano.
10. Volcán
Rano Raraku en 1946, junto a un niño maorí.
11. Vista
de un Moai, abajo un niño, que presumimos es el mismo que la fotografía
anterior. (1946)
12. Paisaje de Ocoa alrededor de 1950.
13. Una preciosa vista de la bahía de Puerto Montt
en 1930.
14. Puerto
y malecón de Valparaíso en 1932.
15. Concepción
alrededor de 1932.
16. Santiago oriente visto desde el Cerro San
Cristóbal alrededor de 1950. Sobresale el Río Mapocho que cruza
horizontalmente, pasando por las antiguas fábricas de la CCU -donde hoy se
emplaza el Mall Costanera Center-, también por el Cerro San Luis y perdiéndose
en la distancia hacia el Cerro Alvarado y la Cordillera.
17. La Playa Amarilla de Concón en 1932. Año en que
la duna superaba considerablemente a las construcciones.
18. Base Arturo Prat en la Antártida en los 50s. Uno
de los puntos más australes a los que llegaría el fotógrafo.
19. Puerto Montt en los años 30s.
20. Campamento Minero Sewell en 1930.
Como dijo el mismo Robert Gerstmann en 1932, sobre su
publicación “Chile en 280 cuadros”:
“Chile visto y vivido por mí, desde Arica hasta la Isla Navarino
de Tierra del Fuego.
No he querido mostrar solamente lo típico, en cual caso tendría
que omitir muchos cuadros de interés cultural y científico. Me propuse exhibir
todo lo que hay en Chile, todo lo que es Chile, habiendo en esta obra muchos
rasgos típicos, netamente chilenos, y otros, que son comunes a diversos países
del continente sudamericano.”
Hoy en día, instituciones
como la Editorial Pehuén, con el respaldo de otras que sostienen la herencia
del trabajo de Gerstmann como el Museo Histórico Nacional, Museo Precolombino y
la Universidad Católica del Norte, han sido un gran aporte en el rescate de su
obra y la puesta en valor de la misma. Como Enterreno Chile, también
pretendemos difundir la mayor cantidad de fotografías, y que se pueden
encontrar tanto en nuestras redes sociales, como en nuestra página web www.enterreno.com.