subido: 13 de Mayo de 2022
El Seminario Conciliar de Concepción es el colegio más antiguo de Chile. Fue fundado en La Imperial en el año 1568 por su Obispo, Antonio de San Miguel, en respuesta a la necesidad de clero de la joven diócesis y al mandato del Concilio Tridentino de establecer seminarios para la conveniente formación de los futuros sacerdotes. Desde sus comienzos, y hasta la supresión de la Compañía de Jesús en el siglo XVIII, fue regentado por los jesuitas y recibió la denominación de “Convictorio de San José”. Después de dos traslados, el primero desde La Imperial hasta la antigua ciudad de Concepción –situada en la actual Penco- y el segundo desde allí hasta la actual ubicación de la ciudad en el Valle de la Mocha, el Seminario debió ser cerrado en 1814 por los acontecimientos de la lucha por la independencia nacional. Unos años después fue reabierto pero no pasaría mucho antes de que nuevamente debiera ser cerrado por razón de los daños causados al edificio por el terremoto de 1835. Abierto nuevamente adosado al “Colegio Provincial”, en 1855, el ilustre Obispo de esta diócesis, Hipólito Salas, decide darle plena autonomía y refundarlo como Seminario Conciliar de Concepción. A lo largo de todo un siglo el Seminario adquiriría un sólido prestigio como centro de estudios para seglares y eclesiásticos.
En 1937 es cerrada la sección seglar y en 1960 un terremoto causa severos daños en toda su infraestructura, debiendo trasladarse los seminaristas provisoriamente a las dependencias del Arzobispado, mientras se realizaban los trabajos de reparación. La aguda crisis vocacional del posconcilio repercute, obligando al nuevo cierre del Seminario en 1965. Una década más tarde, en 1977, el Arzobispo Manuel Sánchez, consigue reabrirlo con el nombre de Seminario Metropolitano de Concepción. Durante este tiempo se decide el traslado a su actual ubicación en la comuna de Chiguayante y así en 1981 comienza a funcionar en un predio de más de 30 hectáreas de terreno que contaba con una casona de centenaria que es adecuada para los fines de la formación sacerdotal. Junto a esta edificación se construyen paulatinamente nuevas dependencias para albergar a los seminaristas, además de una capilla, los módulos de clases, más la biblioteca, y la casa del curso Propedéutico.
autor: Archivo Joaquín Jara Cisternas
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