Av. Arturo Prat. Lugareños a la orilla de río - Ciudad de Valdivia, 1897

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Héctor Gonzalo Olivares Reyes

subido: 9 de Febrero de 2023

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A finales de la década de 1890 el panorama era bastante favorable tanto para la industria Valdiviana como también para la expansión urbana, no ajenos a estas condiciones materiales son los obreros encargados de transportar productos por medio de balsas por diferentes puntos de la ribera del río. Uno de los principales puntos de balseo era el llamado Balseo de la Peña, donde tanto compradores, vendedores y balseros confluían para la comercialización de productos de origen marino como lo son el pescado, luche y mariscos. Hacia esta fecha también se dispuso de mucha mano de obra que residía fuera del territorio, por este motivo se decidió traer trabajadores desde Chiloé, “alrededor de 130 hombres desde Ancud a Corral. En barcos de Cía. Sudamericana de Vapores […] más tarde hacia finales de esta época los trabajadores ya sumaban poco más de 1.094” (Almonacid, 1998 Cit. en Egert y Pantoja, 2008: 23-24).

En este contexto la ciudad ya gozaba de claros polos de desarrollo tanto industrial como urbano, donde destacan, la presencia de la Plaza de la República; Calle Ramón Picarte y Las Mercedes (actual Carlos Anwandter); el otro en Calle Los Canelos (actual General Lagos). “el río San Pedro históricamente siempre fue el desarrollo… la gente se instaló digamos por el desarrollo económico que existió desde el inicio digamos” (Yáñez, Cit. en. Al respecto referente a las edificaciones presentes en el malecón Almonacid comenta:

“En este espacio destacan: la avenida Arturo Prat, lugar de ubicación de hoteles, casas importadoras, agencias marítimas, residencias y la aduana; los alrededores de la plaza principal, donde había distintos establecimientos comerciales y edificios públicos; la calle Los Canelos, barrio Manzanito (entre las Mercedes y el Río), Isla Teja, Collico y Las Animas, eran los puntos escogidos por los establecimientos industriales de la ciudad” (Almonacid, 1998 Cit. En Egert y Pantoja, 2008: 28)

Al existir tal desarrollo urbano e industrial era lógico que también se aprovechara el río por lo que el Balseo de la Peña no era el único punto de comercialización como ya mencionamos, sino que formaba parte de una gran red que se extendía por la ribera del río. Dicha red se destinaba tanto a la comercialización de productos entre los mismos puntos como también para el transporte desde los sectores más distantes por los que era dificultoso llegar vía tierra. “en estos años se cruzaba en botes, era como tener vehículos…las empresas todas tenían y vapores grandes también… (Extracto de entrevista Pabla Álvarez- Las Ánimas, 2012 Cit. En Jiménez, Poblete y Egert, 2013: 27). En este sentido mucho del trabajo que realizaban las industrias estaba condicionado por las labores realizadas por estos balseros para el tráficos de los mismos productos.

También podemos aprender mucho de la época por la manera en que vestían y destacar cómo se efectuaban los viajes, como vemos en la imagen tanto hombres como mujeres participaban de estas transacciones durante la travesía, en la cual también participaban niños aprendiendo el oficio y llevando parte del sustento a su hogar, estos estaban descalzos para la época porque era muy costoso comprar calzado para ellos (esto pese a existir un fuerte auge en la industria zapatera local). Finalmente, el último detalle en el que podemos fijar es el uso del sombrero como algo habitual tanto para las clases populares como industriales. Muy alejada de los romanticismos con el que se mira la tan llamada época de oro que vivió Valdivia en esos años para la población que se dedicaba a este tipo de oficios la vida fue dura y difícil, la práctica del balseo se extendió hasta entrados los años 60 y su fin fue marcado por el gran terremoto en la mayor parte de los ríos que componen esta red:

“El terremoto de 1960 puso fin al trabajo de los balseros de los ríos San Pedro y Calle Calle, debido a que la configuración de los ríos fue modificada radicalmente, lo que imposibilitó su navegación. La mejora de otras vías de comunicación, las leyes sobre la protección de los bosques nativos y la modernización de la industria forestal, también fueron provocando que este sistema de transporte de la madera comenzara a extinguirse. Este hito provocó cambios en la navegabilidad del río San Pedro; los derrumbes y la inundación cambian las corrientes del río, lo que le hace perder su funcionalidad como vía de transporte, no pudiéndose continuar con la habitual circulación de las balsas y el gremio de los balseros” (Moya y Vásquez, 2010 Cit. en Contreras et al, 2016: 57).

Referencias

Contreras, P; Concha, R; Correa, M; Guerrero, I y Vergara, F. (2016). Relatos de un ferrocarril junto a los ríos. Santiago: Ceibo ediciones.

Egert, M. & Pantoja, J. (2008). Isla Teja: Historias, industria y naturaleza. Temuco: CEA ediciones.

Jiménez, C; Poblete y Egert, M. (2013). Cuatro espacios simbólicos, barrio las Animas. Valdivia: Imprenta América.

autor: Desconocido


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