subido: 15 de Noviembre de 2016
Para acceder a estas tierras, las casas de Los Cousiño, era necesario atravesar los portones de la entrada, custodiados por el guardia; un camino de conchas decoraba toda la cuadra hasta la entrada al Palacio. Por las noches, todo este sector se alumbraba con gas, mientras el resto de las grandes ciudades de Chile ni aun con eso contaban. Había por aquí un invernadero, quioscos europeos y arabescos, fuentes de agua, esculturas y una vista hacia el mar increíble, cuya costa era resguardada por uno de los faros mas antiguos de nuestra región. Todo esto se coronaba con el Palacio sobre un acantilado de mas de 30 metros.
Autor Desconocido.
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