Palacio de La Moneda, 1960s

modo mapa


valoración popular

Enterreno Chile

subido: 15 de Noviembre de 2016

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El palacio fue originalmente proyectado para albergar la Casa de Moneda en la época colonial chilena. En vista que las autoridades locales de entonces, no contaban con los recursos para construir un edificio para tal fin —acuñar las monedas—, la Corona Española decidió que tendría que ser un particular el que llevara el proyecto. Fue así como el palacio se construyó entre 1786 y 1812, gracias al financiamiento de Francisco García de Huidobro, I marqués de Casa Real. Su arquitecto fue el italiano Joaquín Toesca. En 1785 comenzaron las obras y un año después llegaron los materiales: Cal de la hacienda Polpaico; arenas del río Maipo; piedras de la cantera colorada del Cerro San Cristóbal; madera de roble y ciprés de los bosques valdivianos; cerrajería y forja española de Vizcaya; y 20 variedades de ladrillos horneados en Santiago para la construcción de dinteles, esquinas, pisos, molduras y los sólidos muros de más de un metro de espesor. Durante el gobierno de Ambrosio O'Higgins —quien consideraba que el edificio superaba en mucho la obra para la cual estaba destinado— Toesca encarga a España el resto de los materiales, los cuales fueron traídos en la fragata El África y llegaron al puerto de Valparaíso en marzo de 1792, el listado comprendió: 104 rejas para ventanas, 42 balcones, chapas y pestillos, 620 clavos de media vara, 5500 clavos de tercio, 18 000 de cuarto y 28 quintales de clavos medio tillado. Toesca murió en 1799 y no logró ver terminada la Real Casa de Moneda; en su reemplazo fue nombrado el ingeniero militar Agustín Caballero. La Moneda fue oficialmente inaugurada en 1805 por el gobernador de la época, Luis Muñoz de Guzmán a pesar de que aún faltaban detalles en sus terminaciones. Durante la independencia, se acuñaron las primeras monedas del Chile independiente. Se hicieron las paredes de ladrillos gruesos, de más de 1 metro de espesor, para que el edificio soportara los terremotos de Santiago, ya que esta ciudad es altamente sísmica y es de los pocos edificios coloniales de la capital chilena que ha sobrevivido a los sismos. Fotografía de diapositiva Reifschneider, digitalizada por Enterreno.


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