27 de Julio de 2022 | por: Dominique Salinas | 18657 visitas
La
historia de Cartagena como centro recreacional se remite a mediados del siglo
XIX, cuando aparecían nuevas riquezas mineras provenientes en gran parte del
salitre y, por lo tanto, nuevas familias adineradas. Gracias a la llegada de estas
familias, intelectuales, artistas y políticos, Cartagena creció
rápidamente, fundándose como comuna en 1901, transformándose
en la playa favorita de la oligarquía tras la llegada del ferrocarril en 1921 y siendo
el hogar de algunas de las mansiones más impresionantes de la aristocracia
chilena.
La incorporación de costumbres europeas
de parte de la aristocracia criolla y la cercanía con Santiago, transformaron
la comuna en un centro vacacional urbanizado tal como lo conocemos hoy en día,
con un legado arquitectónico reflejado en sus particulares mansiones señoriales
y villas de descanso inspiradas en Europa que acogían a la élite por largas
temporadas durante el verano
Vista del Balneario de Cartagena en
1925. Fotografías del Archivo
del Museo Histórico Nacional.
Gran parte de estos
chalets de estilo italiano, gótico victoriano o Reina Ana, fueron
importados desde Francia, ya sea prefabricados o por partes, mientras que, los
artefactos sanitarios eran traídos desde Inglaterra, los pisos eran de roble
americano y las paredes forradas igualmente con papel mural importado. En cuanto
a las tejas, en
muchos casos eran encargadas a selectos artesanos nacionales. Esto, les entrega
a las mansiones un valor arquitectónico inigualable, que se complementaba
además con algunos otros avances tecnológicos como alumbrado a gas, alcantarillado
e incluso telégrafo.
En la
calle principal de la comuna, Avenida Cartagena, encontramos dos casonas
emblemáticas. La primera se denomina Casa con Galería y aunque no se sabe mucho
de su historia, si es un fiel reflejo de las influencias europeas de la época y
de cómo se buscaba replicar el estilo de los balnearios foráneos. Esta casa
particularmente posee una galería de vidrio que da hacia Avenida Cartagena y
mezcla diferentes estilos arquitectónicos, siendo un ícono del eclecticismo. Se
desconoce el uso actual de esta casa.
Casa con
Galería en la actualidad. Foto de autor desconocido.
La segunda casona, se refiere a la casa Castillo Díaz, propiedad
adquirida a inicios del siglo XX por don Osvaldo Castillo y que fue ocupada por
su familia como residencia de verano. La construcción es diferente a otras de
la época ya que está hecha de concreto y adobe y no posee techumbres altas o
agujas. Hacia Avenida Cartagena, se pueden apreciar dos torreones enmarcados
por el gran jardín, una de las ventajas de que sea casa esquina. Actualmente,
la propiedad se encuentra abandonada y la estructura está bastante deteriorada.
Casa Castillo Díaz en la actualidad. Foto de autor
desconocido.
Muy
cerca de la Plaza de Cartagena y con vista hacia Playa Grande, se encuentra la que
fue la casa del expresidente Pedro Aguirre Cerda. Esta vivienda sirvió de
residencia de verano para el exmandatario, pero también seguro se llevaron a
cabo muchas reuniones de importancia política. Respecto a la estructura y
diseño, esta posee diferentes estilos, ya que por un lado es una típica casa
chilena, pero a su vez tiene una galería de madera que se combina con los
torreones frontales, entregando además un estilo neogótico. A mediados del siglo XX, la casa fue vendida y como muchas otras de la comuna, fue
utilizada como se utilizó como residencial hasta que
fue abandonada, situación que se mantiene hasta hoy en día, a pesar de estar en
manos municipales.
Casa de Pedro Aguirre Cerda en la actualidad. Foto
de autor desconocido.
También
cercana a Playa Grande, encontramos la Casa Castillo Astaburuaga que sirvió
como residencia de verano de la familia Astaburuaga. La casa fue diseñada según
el estilo de villas italianas que estaba tan de moda en la época y posee dos
torreones frontales cubiertos con pináculos que son su característica más
emblemática. Actualmente, el inmueble se encuentra en muy buenas condiciones y
funciona como una residencial.
Torreón y representación en dibujo de
la arquitectura de la Casa Castillo Astaburuaga.
Fotografías extraídas del libro “Cartagena, Historia Frente
al Mar” por Rodrigo Guendelman.
Hacia
el Barrio Estación, una de las casonas más conocidas es Villa Lucía, que fuera
la residencia de los Bratti a inicios del siglo XX, una familia italiana de
comerciantes asentada en el puerto de Valparaíso. La casa comenzó a ser
construida en 1910 por el arquitecto Manuel Casasbellas Grand y pretendía ser
una réplica exacta de las villas italianas, por lo que, la mayoría de
los materiales de la construcción fueron traídos desde Génova y otras partes de
Europa.
Vista exterior de Villa Lucía. Imagen
de SantiagoAdicto.
En
los años 70, cuando la aristocracia había dejado de frecuentar la comuna, el
pintor y escritor Adolfo Couve decidió comprarla y pasar ahí el resto de su
vida, transformándola además en su musa y fuente de inspiración. Después de su
muerte en 1998, la casa fue comprada por el doctor Daniel Fernandez Odds, quién
la restauró y fundó el Museo de Artes Decorativas.
Siguiendo
por Avenida San Martín, se encuentra la Casa Altazor, una de las cinco casas
idénticas que se construyeron en ese sector a inicios del siglo XX. La
estructura en este caso es más bien minimalista, con entrantes y salientes
simples, sin muchos de los detalles clásicos de inicios de siglo, pero con un
gran jardín alrededor. En un comienzo, sirvió como casa particular, pero para
el año 1920 se convirtió en una Casa de Menores que recibía durante el verano a
niños en riesgo social, lo que no era muy bien recibido por los vecinos de esa
época. En el año 2016 se restauró el inmueble para funcionar como la Casa de la
Mujer, un establecimiento que presta diferentes servicios a las mujeres de la
comuna.
Imagen frontal de Casa Altazor. Fotografía de autor
desconocido.
En el mismo sector residencial, se encuentra Villa
Laureada, que fue construida en el año 1912 por uno de los arquitectos de moda
de la época, un señor de apellido Sartini de origen italiano. De esta casa, destaca
la escalinata de acceso a la vivienda que está enmarcada por dos leones traídos
desde Europa. La propiedad ha tenido varios propietarios y hoy en día pertenece
al Sindicato de Gendarmería en Retiro quienes la utilizan como casa de veraneo
para sus trabajadores.
Vista exterior de Villa Laureada. Imagen extraída de
Contenidos Locales.
Otras casonas ubicadas más hacia el casco
histórico de Playa Chica como Villa Gherardi, construida entre 1880 y 1890,
traída desde Canadá, que fue la residencia del poeta Manuel Magallanes Moure,
que pertenecía al “grupo de los diez”, por lo que importantes figuras como
Vicente Huidobro o Pablo Neruda frecuentaban la casa. En 1926, fue comprada por
la familia Gherardi, de quienes aún se mantiene el nombre. El estilo es gótico
victoriano con característicos techos empinados, torreones y agujas, que son un
gran ejemplo de la arquitectura de la época. Actualmente, la casa es utilizada
como vivienda durante todo el año, además de residencial durante el verano.
Villa Gherardi hoy en día. Fotografía de Felipe
Hidalgo Alcántara.
En
la misma calle, se encuentra la Ex Residencial el Castillo, un inmueble con
torreones estilo neogótico que transportan a la era medieval y que llaman la
atención por su peculiaridad. Antiguamente, el inmueble era utilizado como
residencia, pero hace ya un par de años fue restaurado por DUOC UC con miras
de levantar un centro de emprendimiento para la comuna.
Vista de una de las torres de la Ex Residencial El
Castillo en la actualidad. Fotografía de Felipe
Hidalgo Alcántara.
Así
como la Residencial El Castillo, la comuna posee varios inmuebles similares,
como el Castillo Ferreiro, construido desde 1910 a 1927 por el arquitecto
Alejandro Serani, destacado por sus grandes ventanales, sus salientes y su
imponente altura. Su primer propietario fue el señor Jesús Ferreiro Novo junto
a su familia que habitaron el lugar hasta los años 60, cuando la aristocracia
migró a otros balnearios a causa de la llegada de sectores más populares de la
población a la comuna. La casa fue vendida y comenzó a funcionar como residencial.
Actualmente, el inmueble se encuentra abandonado y tiene daños que datan de los
terremotos de 1985 y 2010.
Castillo Ferreiro antes y en la actualidad. Foto antes
extraída del blog Hitos Históricos de Chile y foto actual de autor desconocido.
Otro inmueble
emblemático es el Castillo Förster, que fue levantado entre 1930 y 1940 y que
forma parte del paisaje de Playa Chica. Su primer dueño fue don Guillermo
Förster, diputado y consejero de Estado a comienzos del siglo XX y luego
perteneció a la familia Nazar. Destacan sus columnas toscanas, arcos romanos y
un minarete de reminiscencias moriscas. Actualmente, el lugar se encuentra abandonado.
Castillo
Förster en la actualidad. Foto extraída de la Página de Facebook Jenny Vera
Fotografías
Todas
estas casonas son vestigios de lo que alguna vez fue la Cartagena aristocrática
de inicios de siglo, que acogió a familias y figuras importantes de la historia
de nuestro país. Debido a esto y a la importancia de visibilizar y mostrar el
patrimonio arquitectónico y cultural de la comuna, en el año 2018 el Ministerio
de Bienes Nacionales lanzó la Ruta Patrimonial de Cartagena: Arquitectura, Mar
y Poesía, que cuenta la historia de uno de los primeros y más importantes
balnearios del país.
Seba Miranda
que lindo el cartagena antiguo, que linda historia tiene esta ciudad y esplendor arquitectonico ojala fueran restauradas todos los palacetes que aun se mantienen en pie.