6 de Abril de 2020 | por: Nicolás Naranjo Olivares | 12502 visitas
El tren en Chile se ha utilizado por
mucho tiempo, la misma Empresa de Ferrocarriles del Estado es la empresa
estatal más antigua del país con más de 130 años. Si bien en la actualidad es
un sistema de transporte que ha caído en el desuso, nuestro país aún conserva
más de 5.000 km. de vías férreas, en su mayoría para transporte de cargas. En
sus mejores momentos llegó a contar con más de 8.500 km. y unía por el norte
las ciudades de Arica con La Paz y desde Pisagua a Puerto Montt, sumado a
numerosos tramos intermedios horizontales llamados “ramales” o “subramales”.
Estación Central en 1915, Autor desconocido,Archivo Enterreno.
Con la
popularización de los vehículos diésel y el aumento de construcción de
carreteras, los trenes se utilizaban cada vez menos. Con la falta de mantención
y modernización de las máquinas, mucha gente lo llegó a considerar un sistema
lento e ineficiente.
Es que la relación de los chilenos con sus
trenes es especial, sobre todo en un país con una geografía tan compleja en que
la conectividad siempre implica un desafío mayor. Los trenes lograron unir ciudades y pueblos,
provocando el traslado tanto de personas como de mercancías y con ello, de grandes
historias.
Viaje en tren en 1997, Archivo
Familia González Meléndez, Subida por Francisco Calaguala
Por eso te traemos una lista de 5 de los viajes
más icónicos que podías hacer en ferrocarril.
1. Ferrocarril Arica-La Paz
Dentro de las condiciones del Tratado
de Paz de 1904, con el fin de la guerra entre Chile y Bolivia, estaba la
construcción de un ferrocarril que uniera el puerto de Arica con las ciudades
del interior hasta llegar a La Paz, a costa del gobierno chileno. El trazado de
440 km. fue inaugurado en 1913, mientras que la sección boliviana del recorrido
(228 km.) se entregó a las autoridades altiplánicas en 1928.
Arica 1908-1919, Fotografía Archivo
LOC.
La
construcción tuvo numerosos contratiempos debido a las crudas condiciones
climáticas, el frío y la altura. Incluso en 1911 se paralizaron las obras
debido a una crecida del río Lluta. A pesar de los posibles conflictos diplomáticos de la actualidad la
vigencia del tren y su importancia para el comercio entre ambos países sigue
siendo fundamental.
Plano
General, Alberto Decombe, Historia del Ferrocarril Arica-La Paz, 1913.
Actualmente, este ferrocarril se
encuentra operativo del lado chileno, mientras que por el lado boliviano se
utiliza un ferrobus. La antigua Estación de Pasajeros y Administración de Arica
fue cesada de sus funciones en 1997 y posteriormente declarada patrimonio de la
ciudad. En cuanto al tren, se realizaban viajes turísticos entre la estación
Arica y Poconchile, localidad situada hacia la cordillera.
2. El Ferrocarril Trasandino
Ideado por los hermanos Clark en la
década de 1870, este ambicioso proyecto tenía por objetivo unir comercialmente
Chile y Argentina, asegurando salidas a los océanos Pacífico y Atlántico. El
proyecto tenía como mayor dificultad atravesar los 4.400 mts. en promedio que
tiene la Cordillera de los Andes, sumado a complejidades técnicas, económicas y
políticas entre ambos países que aún no definían completamente sus fronteras.
Ferrocarril Trasandino en 1932, Fotografía de
Robert Gerstmann. Archivo Enterreno.
En
definitiva, luego de 11 años de construcción se inauguró el ferrocarril en 1915,
uniendo en un hermoso recorrido cordillerano las localidades de Los Andes en
Chile y Mendoza en Argentina, conllevando un gran éxito en sus primeros años de
uso. Lamentablemente, debido a severos problemas económicos, deficiente gestión
administrativa y falta de inversión, sumado a duras condiciones climáticas, la
línea se mantuvo inoperante durante años, hasta 1944.
Tren Trasandino en 1960 - Fotografía de
Antonio Labadía - Archivo Labadía.
Desde
ese año, hasta 1978 (durante el Conflicto del Beagle), el tren se
mantuvo en funcionamiento, pero debido a la crisis diplomática se canceló
primero el servicio de pasajeros en 1979 y luego el servicio de carga en 1984.
Si realizas el recorrido Los
Andes-Mendoza, a través del Cristo Redentor, aún se pueden observar las ruinas
ferroviarias de esta ambiciosa obra de ingeniería. Hoy en día existen
proyectos en carpeta que pretenden revitalizar esta ruta.
Ferrocarril Trasandino, invierno de
1942 - Fotografía de Robert Gerstmann. Archivo Enterreno.
3. Ramal Talca-Constitución
Uno de los recorridos más populares que
aún se encuentran vigentes. Este ramal de 88 km. y más de 100 años de historia
une la capital regional del Maule con uno de los balnearios más importantes de
la zona, con estaciones intermedias (algunas aún en reparación tras el
terremoto de 2010). Utiliza un buscarril alemán que data de 1961 y aún se
mantiene activo.
Ramal Talca Constitución en 1926 - Autor
Desconocido. Archivo Francisco Calaguala.
Este tramo, construido entre 1892 y
1915, presentó serias dificultades técnicas en su etapa final y demoró más de
cuatro administraciones presidenciales (incluida la Guerra Civil de 1891) en
ser concluido, especialmente en las inmediaciones de Constitución, cobrando la
vida de numerosos maulinos, aún cuando el tramo no era particularmente largo.
Así, el ramal mantiene su uso, uniendo
localidades que no tienen una conectividad adecuada con las ciudades más
importantes de la región del Maule. Hoy es subsidiada por el Estado y administrada
por el Grupo EFE. Hace viajes regulares a costos accesibles.
Ramal Talca-Constitución, Ministerio
de Transportes, 2019
4. Ferrocarriles Flecha del Sur
Hace unas décadas, Chile estuvo a la
vanguardia de los trenes de alta velocidad en el mundo. Con sólo 124 asientos y
velocidades crucero entre 90 y 120 km/h los famosos trenes alemanes fueron
bautizados como “Flecha Sur” debido a la velocidad que alcanzaban.
Si bien, las líneas ferroviarias que
unían Iquique con Puerto Montt estuvieron operativas a partir de 1913, ese
viaje era sumamente largo y demoroso (el tramo contaba con 8.883 km de vías
férreas). No obstante, supuso el desarrollo de numerosas ciudades del sur de
Chile, en torno a focos comerciales y sociales que se erigían en los
alrededores de las estaciones.
Ferrocarril de Osorno a Puerto
Montt, Atlas de Líneas Férreas Fiscales, 1910
La llegada de estos trenes fue toda
una revolución para el transporte de la época. De motor eléctrico-diésel podían
hacer el recorrido de Santiago a Puerto Montt en tan sólo 14 horas ¡todo un
récord para la primera mitad del siglo! Ideados para viajes largos, iniciaron los
recorridos en enero de 1940 saliendo desde la Estación Mapocho al menos tres veces
por semana.
El Flecha en La Unión en 1941, Fotografía
de Hart Person para Life. Archivo Enterreno
Las primeras máquinas las adquirió
el Estado de Chile, a través de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, a la
Alemania nazi y sólo dos de las seis adquiridas alcanzaron a llegar producto
del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Las restantes serían rescatadas de una
maestranza en Suiza unos años después.
Con el pasar de los años el
recorrido dejó de ser utilizado con tanta regularidad. Las razones son
múltiples: la falta de inversión pública y mantención de las máquinas, la
escasa cantidad de pasajeros que podían transportar, sumado al encarecimiento
del diésel y el agotamiento de repuestos, provocó que los “Flecha” fueran desmantelados
definitivamente en 1960. Las máquinas en su ocaso, hicieron los recorridos
Santiago-Cartagena y otros viajes en la zona central.
En 1988 se descubrió que en la Maestranza San Eugenio existían cajas completas con repuestos, lo que habría ayudado a su mantención en el tiempo.
5. Tren Santiago-Valparaíso
Luego del éxito de los primeros
ferrocarriles que llegaron al país, no fueron pocos los empresarios los que
quisieron hacer los estudios para conectar la capital con el puerto principal. Luego
de diversas gestiones a fines de 1850, en las que participaron personajes como
Enrique Meiggs y Matías Cousiño, se resolvió la construcción de un ferrocarril
que tendría forma de herradura pasando por localidades como Quillota, La Calera,
Viña del Mar, llegando hasta el centro de Valparaíso.
Tren Expreso a Valparaíso en 1925, Fotografía
de Sergio Lobos. Archivo Francisco Calaguala.
La
inauguración se produjo el 14 de septiembre de 1863 en la localidad de Llay
Llay, punto central de la ruta. La construcción de esta obra cobró la vida de
al menos una centena de trabajadores, principalmente al momento de atravesar la
difícil geografía del valle central. El mismo presidente José Joaquín Prieto
estuvo en la ceremonia de inauguración.
Plano
Ferroviario Santiago-Valparaíso, Biblioteca Nacional, 1863
La ruta se mantuvo activa por más de
un siglo, pudiendo acceder al tren en Santiago desde la Estación Mapocho
(cerrada en 1987, actual Centro Cultural) o desde la Estación Yungay, cuyas
ruinas aún se pueden observar cercanas al Parque Fluvial Renato Poblete. Posteriormente,
con la modernización de la ruta 68 y la apertura del túnel Lo Prado (construido
en 1970), la población se inclinó cada vez más por trasladarse en bus o
automóvil, conllevando el desuso del ferrocarril. El recorrido fue
definitivamente clausurado el 8 de marzo de 1992. En la actualidad hay
proyectos para unir nuevamente Valparaíso y Santiago con nueva infraestructura ferroviaria,
el más importante (del consorcio TVS), pretende unir ambas ciudades a través de
Casablanca en 45 minutos. En cuanto a las antiguas estaciones del ferrocarril
hoy son utilizadas por el Metro Valparaíso, otras como las de La Calera fueron
definitivamente abandonadas.
Ferrocarril Santiago-Valparaíso 1963,
Autor Revista En Viaje (EFE), Subida por Andrés Figueroa.
A partir de la invención de los
Trenes de Alta Velocidad, este medio de transporte se ha revitalizado,
manteniendo varias ventajas frente a otros sistemas y por eso es muy popular en
otros rincones: es expedito, son tramos directos y utilizan energías limpias.
Además, el viaje lo puedes hacer por comodidad o, solamente, por rememorar ese
viaje del pasado. Ese es probablemente, uno de los mayores atributos del viaje
en ferrocarril, el evocar toda clase de recuerdos e historias.
Tren en Estación Valdivia en 1970,
Archivo Francisco Calaguala
Justamente por eso en la actualidad
se realizan variados “Trenes Turísticos del Recuerdo”, rememorando los antiguos
recorridos que atravesaban el país. Al menos, se puede observar una mayor
preocupación ciudadana por mantener este sistema tan ligado a nuestra memoria,
como podemos observar en la actualidad.
Tan popular es el tren en nuestra historia nacional que se le ha dedicado más de alguna canción, como lo es "Tren al sur" de Los Prisioneros.
Y es que el ferrocarril y
su comercio, sus estaciones e infraestructuras nos han marcado durante décadas a través de recuerdos e imágenes.
Lone Prospector
Antes de que se inagurara el túnel rodoviario del Cristo Redentor en 1980 para poder pasar en auto, bus o camión de un país a otro era posible hacerlo a bordo de vagones de carga de tipo plataforma. Las estaciones se ubicaban a ambos lados del túnel ferroviario y consistían en rampas por medio de las cuales se abordaban las plataformas, que se estacionaban en desvíos del Ferrocarril Trasantino. Los vehículos llegaban hasta las proximidades del túnel ferroviario por los mismos caminos que existen hoy, aunque éstos no eran tan buenos ni estaban tan bien provistos de cobertizos como actualmente. Raras veces se menciona este hecho, parece que las estaciones de transbordo para vehículos han sido olvidadas, a pesar de que éste era el servicio más activo de toda la línea. El transporte de pasajeros entre Los Andes y Mendoza funcionaba cuando mucho una vez al día y hubo épocas en que lo hacía sólo una vez a la semana mientras que el traslado de vehículos a través del túnel siempre estaba funcionando salvo cuando las condiciones de tiempo lo impedían. El camino que ascendía hacia el Cristo de los Andes era muy empinado y con curvas muy cerradas y peligrosas que creaban problemas para la mayoría de los vehículos, además de que era de ripio y de que estaba de todas maneras cerrado la mayor parte del tiempo. De ahí que el cruce había que hacerlo en tren.