subido: 15 de Agosto de 2021
ENVEJECIMIENTO Y MIGRACION DE LA POBLACION VILLA SUR (Foto de vecinas del barrio, año 1964)
Una solución de emergencia para la creciente demanda de casas en Santiago en la década de los 50 y 60.
Correspondió a la CORVI construir la Población Villa Sur entre el año 1956 al 1959, con estas casas de CLASE OBRERA, construcción rápida, hechas con delgados bloques de hormigón, armadas como naipes y concatenadas una al lado de la otra en largos pasajes de 16 casas por lado, agrupando 32 casas por callejuela.
En sus comienzos eran sin delante jardín, de monótonas formación y color, con ventanales blancos de madera tipo rejillas que permitían ventilar durante los calurosos veranos. El living comedor daba hacia la calle con un armazón de perfiles y de tablas.
La ducha del baño tenia por calentador de agua un calefactor de Bronce de alcohol, que permitía ducharnos en invierno.
No había arboles, plazoletas, no hay jardines, solo las casas mirándose una frente a la otra, las familias con numerosos niños no se podían mantener encerrados, así que el bullicio en las calles, la alegría de los juegos, nos convertía una alegre VECINDAD que recién comenzaba a conocerse.
Había escasez de juguetes, así que el INGENIO debía ser contagioso para inventar de todo para entretenerse con palitos, cartones y papeles.
La bicicleta era un sueño y se arrendaban por hora.
La televisión solo algunas familias pudientes se lo permitían. Había que pagar unas monedas para ver los programas de los 70 los fines de semana.
El refrigerador era un lujo, funcionaban con bloques de hielo picado, que se transportaban en carretas de caballos y se dejaban a domicilio.
El teléfono normalmente se usaba en los pequeños almacenes del barrio y había que pagar la llamada.
Durante el verano era común regar con manguera la calle para que no se levante la tierra. De a poco se fue plantando arboles de Acacio para que no se vea un peladero y que hagan sombra.
Se empezó a ver los primeros parrones en los patios y arboles frutales como ciruelos y damascos.
autor: Patricio Torres
Enviar email a autor