subido: 28 de Junio de 2018
A comienzos de los ’60, Wilfred Golborne llegó con su mujer, doña Daisy Riveros Bell a instalarse a Maipú, comuna que por entonces era una especie de apéndice de Santiago que funcionaba con agua y transporte propio. Una comuna donde la avenida Pajaritos aún estaba llena de pajaritos y las casas eran tipo casas-quinta. Wilfred, quien ya tenía experiencia en el negocio ferretero –había trabajado en eso con anterioridad en Santiago y luego en Linares de acuerdo a una nota que se le hizo en un periódico de la comuna- se instaló con el mismo negocio en la comuna: la ferretería. Un negocio en el que también trabajaba su hermano, Nelson Golborne.
autor: The Clinic
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